Estoy hasta las orejas de conspiranoia, milongas para, pseudo y anticientíficas, poses libertarianas y rollitos más o menos subliminales de ultraderecha. No soporto
a Escarlata O´Hara, ni a Clint Eastwood, ni al sur algodonero, esclavista, ...separatista y petrolero, y me alegro montones de que el viento se lo llevara, mayormente... Pero hoy
toca darle caña a otra peña que pilla más cerca; geográfica e ideológicamente; y que precisamente por eso tiene más capacidad de liar, tergiversar y dar con lija.
Ahora que el tema empieza a interesar, estoy planteándome
escribir la historia del movimiento permacultural en el Sureste Ibérico: De como se formó el primer núcleo y de los grupos satélites que se fueron arrimando. De como desde el colectivo inicial; o iniciático; el marujeo "new
age" boicoteó de entrada todo cuanto oliera a teoría científica o aplicación técnica eficaz y sistemática. De lo mucho que se pasó de academias, institutos y demás "jerarquías" del movimiento permacultural
internacional. De como se confundió deliberadamente permacultura y agricultura biológica; por aquello del sumar fuerzas, es de suponer... De como; desplegando con habilidad un misticismo pánfilo y blandengue; la garrulez más obtusa
fue tomando discretamente el mando. De cierto proyecto empresarial; asesoría y gestión; que languideció y acabó extinguiéndose, por que el personal aprendía todo cuanto necesitaba saber "hablando con los ángeles".
Y de como, a fin de cuentas, la cosa va para veinte años y; a pesar de los muchos recursos disponibles; no se ha hecho nada sonado, que pueda sentar modelo, abrir camino o "partir la pana".
A día de hoy; y con la que está cayendo;
quizás sea conveniente dejar el nombre "permacultura", donde está y como está. Cargar todos los contenidos en otra denominación... Y a correr... Pero a ratos también apetece liarla bien liada, apelar a las autoridades académicas
internacionales, y pedirles que diluciden quien puede hablar aquí de permacultura y, sobre todo, para qué...
J.Ramón Rosell
28 de septiembre
2013