"Este finde me he estrenado en esa asamblea de majaras a la que llaman Twitter, con el tema de la homeopatía como objeto de la discordia. Y nada: Me he enterado de que la cosa está mucho peor de lo que imaginaba... Ya no es que la peña considere que la homeopatía funciona o deje de funcionar. Es que, dado que de momento carece de explicación científica, hay un montón de gente que no quiere que funcione, quizás para evitar que la cabeza se le haga un potaje, por que en su fuero interno, por lo mismo, deben considerarla arte del diablo, o por las dos cosas a la vez... Me parece que se nos ha colado la escolástica por todas partes; y no sólo vía enseñanza concertada; creo que hay algo más profundo y difuso, más sociológico... Esto explicaría que aún habiendo sido capaces de inventar ciertos apechusques; como el submarino, el autogiro, la fregona o el chupachups; en materia de ciencia-ciencia, nuestros campeones no terminen de dar pie con bola, salvo alguno que se haya ido investigar por ahí fuera y, de paso, a respirar otras atmósferas. La cosa es que, caso insólito en países de referencia, aquí es posible encontrarse con todo un señor cátedro, que incluso para lo suyo resulte más inútil que un marciano y más garrulo que un vuelo de cornejas...
Un buen amigo y científico de pro, preocupado por la esclerosis de la universidad española; que ahora ya yo también percibo; me habló de un proyecto de "multiversidad", donde la peña pudiera rebuscar, docer y estudiar sin tener que ir esquivando al fantasma de Anselmo de Canterbury por pasillos, salones y webs. Con ciertas condiciones epistemológicas, estaría por darle la razón...
J.Ramón Rosell"