Me dicen que Cartagena de España podría tener un papel determinante en los procesos de cambio tecnológico que inevitablemente se avecinan: Normal... Quienes estamos bien posicionados en el tejido industrial,
tenemos un margen de maniobra que no tiene el resto de la población. Y eso nos coloca ante una grave responsabilidad: Podemos gastarnos la pasta en fiestas o ponernos las pilas y liderar la revolución que todo el mundo va a necesitar de aquí
a poco... Por lo que respecta a la industria petrolera, parece que podría quedarse sin suministro en plazo breve y es de esperar que, tras un período transitorio en que intenten captar flujos sin reparar en
costes, desciendan al mundo real y se acaben planteando a qué dedican el enorme potencial tecnológico que han acumulado. Y habrá que darles ideas... Y respecto al complejo industrial-militar parece tendencia consolidada que, al margen
de coyunturas políticas desfavorables, se perciba claramente que para poder derivar potencia fósil a sectores estratégicos en tiempos de decrecimiento, la revolución tecnoecológica es fundamental. Recordemos: Renovables,
ecosistemas y relocalización... Vivir sin petróleo, a fin de cuentas.
J.Ramon Rosell