"Tras décadas enganchadxs al pensamiento sistémico, podemos creernos que somos regla y no excepción, e ignorar que, a día de hoy, la inmensa mayoría del personal se hace las cuentas desde los más atroces reduccionismos. Así, parece opinión extendida que, dado que "ya somos capaces" de alimentarnos por "nuestros propios medios", ahora lo que toca es dejar a su aire a "la naturaleza", como si no existiéramos, más o menos... La realidad es, sin embargo, que el decrecimiento de la potencia va a hundir la productividad de los sistemas agroganaderos. Así que vamos a tener que ponernos a restaurar a toda prisa los ecosistemas que, tan alegremente, nos hemos cargado, y a gestionarlos adecuadamente, o tendremos que aprender a no comer. Como el burro del chiste..."
J.Ramón Rosell