Desde hace algo menos de dos millones de años, nuestro proceso evolutivo genera nuevos patrones de comportamiento social, mientras los antiguos; que compartimos con los chimpancés comunes; se defienden desde entonces como gato panza
arriba, contando cuentos e inventando subterfugios para no desaparecer. Y el caso es que hasta que no desaparezcan del todo, este planeta no tendrá arreglo...