"La falsa disyuntiva entre productividad y conservación de la biodiversidad es uno de los mayores obstáculos con que tropieza el desarrollo de una economía ecológica: Una voluntad saquedora, que considera el dinero como algo material, ha impuesto sus percepciones y así ha conseguido situar el debate en el terreno que más le favorece: A su ritmo bailan actualmente las empresas, las instituciones públicas y la población en general, incluidos amplios sectores del activismo ecologista... No se puede seguir avanzando si las cosas no empiezan a ser enfocadas desde otra perspectiva: Aquella que conjunta los datos aportados por la ecología científica con los intereses de la gente."
J.Ramon Rosell