El humanismo; también llamado antropocentrismo; es reduccionista: Sin ecosistemas no hay gente. Con demasiada gente no hay ecosistemas y, a medio o largo plazo,tampoco habrá
gente. Con menos gente, pero cometiendo errores sistemáticos y recurrentes, pasará algo parecido: Ni ecosistemas ni gente... Sucede que empezamos a tomar conciencia de nuestro papel; secundario como mucho en esta historia; pero en lugar de empezar
a entenderlo de una forma racional y lógica, la mayoría del personal empieza a integrarlo en forma de intuición ética o emoción estética. Y adopta posiciones contrarias a los códigos morales vigentes... El caso
es que estos últimos son parte del problema, y aquellas otras de la solución.
Y el aphoto, que por ausencia viene a cuento del mes solar: Desde hace milenios el monte bajo del Sureste Ibérico no tiene rey que lo proteja ¿A
que no desentonaría ni lo más mínimo?
J. Ramón Rosell