El futuro del lince está en terrenos de sabana mediterránea; con producción de oliva, garrofa y bellota; donde a la vez se quiera promover el conejo como especie de caza productiva y, por lo tanto, haya que tener baja la densidad de zorros, mangostas y turones. Para que las cosas vayan bien con los conejos, lo fundamental es que se recompongan los herbazales y para eso no hay mejor cosa que llevar los arados a fundición. Aquí en el Sureste el monte natural es estepario, con espartes, garrigas espinosas más o menos sabanizadas en el litoral y matorral de labiadas, cistáceas y leguminosas desecables hacia el interior, muchos pinares claros y bosque mediterráneo sólo en vaguadas. Y hay conejos por un tubo; allá donde no se labra, claro; y aunque no hay muchos puntos de agua permanentes, aquí los linces estarían en la gloria.