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Para no cometer errores graves conviene no olvidar los objetivos fundamentales de cuanto hacemos. Si los olvidamos, podemos dar demasiada importancia a objetivos puramente circunstanciales, y así hacer o dejar de hacer cosas de modo que nos alejemos de algún que otro objetivo fundamental... Los espacios protegidos se crean para que podamos seguir viviendo en este planeta y en las mejores condiciones posibles. Se trata de frenar el deterioro ambiental, de conservar los recursos de biodiversidad de que aun disponemos y de restaurar los ecosistemas degradados, tanto para asegurar la conservación de la biodiversidad como para recuperar funciones productivas. Quien no lo entienda así, por más que se escude en peroratas ético-morales al respecto, no tiene ni primaria idea del asunto... No es posible proteger los recursos ecosistémicos en contra de los intereses de la gente y sólo en sitios especialmente retrasados se sigue intentando: En países y regiones más normales, las cosas se hacen de otro modo: Para empezar no se concibe proyecto medioambiental alguno en lugares en los que viva gente sin informar a la población local de los recursos presentes en el entorno y de las formas óptimas de aprovecharlos sin destruirlos. Es decir: Hace falta un plan de educación ambiental... También hay que dar contrapartidas a la gente: Éstas pueden ser ofrecidas como compensación a cambio de molestias y restricciones, o como retribución por labores diversas de conservación y custodia. Y pueden proceder de subsidios externos o de rentas internas producidas por o desde los propios ecosistemas. Entre éstas suelen contarse el agua potable y de riego, la caza y la pesca, diversas recolecciones vegetales, los pastos y también beneficios generados por el turismo, la producción gráfica y audiovisual, y la investigación tecnocientífica, entre otras actividades terciarias. Todo ello debe repercutir en la economía y población locales... El desarrollo urbanístico es caso aparte, por que ha creado y sigue creando multitud de problemas medioambientales. Pero por eso mismo hay gente que lleva décadas diseñando y construyendo viviendas y entornos habitables que, lejos de contaminar y degradar el entorno, mejoran los ecosistemas de las zonas en que se insertan: Obtienen energía de fuentes locales renovables, se ajustan a patrones estéticos tradicionales, utilizan estrategias sofisticadas de ahorro pasivo, son rodeadas de vegetación madura de acondicionamiento y se dotan de una fauna consecuente. Reciclan además sus residuos y no contaminan ni las aguas, ni los terrenos ni la atmósfera... Si a esto añadimos que las concesiones de edificabilidad pueden otorgarse a cambio de compromisos efectivos en la restauración de ecosistemas degradados dentro de propiedades de las personas interesadas, habría que contemplar de modo muy distinto la posibilidad de construir más viviendas en zonas protegidas... Las cosas van a cambiar, y mucho, en los próximos años y las inercias disparatadas, de una u otra naturaleza, que acumulamos solo servirán para fastidiar durante un tiempo: Cada vez somos más quienes sabemos que todo proyecto de protección de la biodiversidad para zonas pobladas, o es a la vez un plan multifuncional de mejora socioeconómica o es basura.

Comentarios

28.10 | 23:39

Me ha encantado , ya hablaremos cuando tengas tiempo

06.09 | 00:08

matrix agroganadero, jajaja, toda la razóm. La natura siempre se organizó a si misma para todo lo que cayera al suelo se aprovechara.

01.08 | 10:49

Hola Carmen soy Antonia, quisiera me metas en el grupo de whatsapp con el 699769996 el frances lo he dado de baja.
Muchad Gracias.

12.10 | 07:31

Increíblemente interesante, voy a estudiarlo en detalle. Gracias.